Porque es sutil, muy sutil.
Mi amiga Ana dice que le encanta Mad Men porque es una serie donde "nunca pasa nada". Pero yo, desde aquí, matizo: no es que nunca pase nada, es que no se nota que pasa. Las grandes, enormes, universales tragedias de esta epopeya sexual aparecen disfrazadas de menudencias. No vienen masticadas con retórica explicativa ni trucos de guión grandilocuentes, sino que suceden en las esquinas del plano, detrás de las mamparas, con el volumen bajado y la luz tenue; mientras se cierra una puerta se derrumba un matrimonio, se enciende un cigarrillo y se hunde una empresa, detrás de una mirada indiferente hay un volcán, o una tumba, o el pánico. Por eso estoy publicando esta serie con la etiqueta de "cine", porque siempre he pensado que el toque de distinción de una buena película es precisamente ése, la sutileza, la habilidad para deslizar verdades o mentiras sin que el espectador se de cuenta, o sin que luego sea capaz de explicarlo. Cosas que no se pueden escribir en un guión porque no es posible decirlas, porque son silenciosas o secretas, se filman y ahí están, como la vida misma, delante de tus narices. Sin trampa ni cartón pero cerca, tan cerca que tienes que creértelas.
01 febrero, 2010
Tercera de las cinco razones por las que amo MAD MEN.
Publicado por Rfa. a las 7:00
Etiquetas: cine, Televisión
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3 comentarios:
Pues a mí Mad Men me parece que se ha colado injustamente en esa lista de las mejores series de los últimos tiempos. Y creo que de sutil no tiene nada. Creo que entra de lleno en el topicazo. Topicazo sobre la publicidad, sobre el macho, sobre la hembra, sobre la época. Y nos basta con ver unas pocas películas de esos tiempos para saber que aquello no era como lo pinta esta serie. Un "Cuéntame" americano, que cuela por su calidad y por estar a la vista en un periodo en el que le tenemos especial cariño a esos productos de nuevo cine. Lo cual no tendría que ser malo, claro, si la serie fuese entretenida. Pero no lo es. Es una constante repetición. Todo sucede una y otra vez. Es muy aburrida, excepto por algún capítulo suelto. Si engancha, es por lo mismo que engancha un culebrón, y lo único que podría decir a su favor es que está, como casi siempre en la ficción USA, muy bien hecha y muy bien interpretada.
En estos momentos mi pasión es Deadwood. Angustia existencial en la fundación de un pueblo en los USA del XIX. Se nombra a Marx, hay muchas putas, whisky y dos de los mejores personajes que he visto en mi vida. Ah, y un chino que sólo sabe decir "hijoputa" y "San Francisco"
Precisamente, a mí Mad Men me gusta porque me parece que se aleja del tópico. Cuando empecé a verla di por hecho que estaba ambientada en los años 50, por esa estética retro y esos vestidos anticuados e incómodos que llevan las mujeres. Sin embargo, son los 60.
Tal como decía Rfa., la serie muestra la otra cara de "la década prodigiosa", lejos del pop, de los hippies y de los excéntricos modernos que normalmente relacionamos con esa época. En resumidas cuentas, retrata la vida de esas señoronas y señores ultra-conservadores que no te puedes creer que compartieran ciudad con Warhol.
Deadwood no la conozco, pero me la apunto.
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