Cada cual es feliz con lo que es feliz, para eso están los gustos. Yo soy feliz cuando me levanto muy temprano, cuando escucho rock & roll o cuando me bebo una cerveza. Ahí está mi felicidad pero también mi tragedia, hay que joderse, porque a ver quién es el guapo que combina esos tres placeres, a ver quién se bebe una mahou para desayunar. En Madrid, al menos, es imposible. Pero en Hamburgo no. Allí hay un mercado de pescado para locos que abre a las cinco de la mañana y cierra a las diez, y que durante el tiempo que está abierto celebra conciertos de rock con todos los grifos de cerveza a tope. La cuadratura del círculo de mis gustos personales. Cuando Alis y yo estuvimos allí eran las ocho y nos sirvieron bocadillos de arenque con cervecita rica, rica, mientras un montón de cincuentones coreaban canciones como 99 Luftballons y yo lloraba de emoción. Había encontrado el paraíso. La fotografía que me sirve para recordar tanta felicidad es una especie de homenaje a los interiores de Candida Höffer, una fotógrafa de la escuela de Dusseldorf que me intriga. Si alguien quiere compararla con lo que ella hace, puede pinchar en "leer más" porque allí he subido algunas imágenes suyas.
07 marzo, 2010
Zoo Station. Mercado de pescado. Hamburgo.
Publicado por Rfa. a las 7:00
Etiquetas: fotografía, Zoo Station
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1 comentario:
Lo que para unos es paraíso para otros puede ser el infierno... (¿¿¿a quién se le ocurre desayunar arenque y cerveza a las 7 de la mañana???).
Muy acertada, la comparación con la Höffer.
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