El lunes pasado me sacaron las cuatro muelas del juicio y me dejaron la boca llena de remiendos. Cuando me fui del hospital, en vez de decirme adiós, me dijeron: "no puedes masticar hasta dentro de ocho semanas". Dos meses a base de puré. Una eternidad líquida y pastosa que pienso dedicar a evocar sabores, recordar chuletones o, como hago hoy aquí, rendir sentidos homenajes a las salchichas berlinesas. Sí, es cierto lo que dicen, los alemanes se inflan a salchichas. Tienen tamaños, colores, sabores y salsas suficientes para que el concepto "dieta salchichera" resulte mucho más prometedor que en español. La receta típica de Berlín (tan famosa que hasta tiene un museo) es el Currywurst, una salchicha troceada y bañada en ketchup con curry. A mí no me disgusta, pero prefiero la Bratwurst, que viene entera, con un desproporcionado (por pequeño) trocito de pan y (opcional) una capa de Senf (la deliciosa mostaza alemana). Además de los sabores, para gozar con el menú y tener una experiencia típica es fundamental guardar las formas: hay que comer de pie. Por eso toda la ciudad está llena de vendedores ambulantes como este, que cargan sobre sus riñones con la parrilla, el ketchup, el paraguas y, cómo no, el género salchichero. ¡Salud!
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16 diciembre, 2009
Ich bin ein Berliner. Vendedor de salchichas.
Publicado por Rfa. a las 7:00
Etiquetas: fotografía, Ich bin ein Berliner
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3 comentarios:
Personalmente, y aunque esa manía de comer de pie esté tan denostada entre los españoles, a mí me encanta. Me genera una especie de sentimiento de libertad saber que puedo hacer mis planes por cualquier rincón de la ciudad sin contar con que, en algún momento de crisis de hambre, tendré que volverme loca buscando un restaurante. No hay problema, ahí, a la vuelta de la esquina, habrá un puesto o un vendedor de salchichas ambulante. Y qué ricas, además.
Comer de pie es BRAVÍSIMO. Ya hasta empiezo a comer de pie en mi casa... I´m so into it.
Yo creo que en España se como mucho de pie, otra cosa es que no se coma así en la calle. Pero en los bares se desayuna, come y cena en la barra de pie, cosa que en el extranjero se hace bastante poco o nada.
¡Mola esta serie de Berlín! La sigo, aunque no comente.
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