10 noviembre, 2009

Ich bin ein Berliner. Anciano.

Lo primero que me enseñaron en la facultad es a distinguir un hecho noticiable de uno que no lo es. Al parecer, la clave está en la lógica. "Si un perro muerde a un hombre no es noticia", decía mi profesor, "pero si el hombre muerde al perro, entonces sí". A partir de este razonamiento, me gusta pensar que lo que hace interesante esta foto es que nada encaja, que nada responde a lo que uno se esperaría. ¿Qué hace un señor tan mayor con un traje así de molón? ¿Por qué, si se ha puesto tan guapo, va en bicicleta por el mundo? ¿Desde cuando los abuelos pedalean en lugar de arrastrarse en andador? Pero existe una segunda posibilidad, al margen de lo que me enseñaron en la facultad. ¿Y si al final la foto sólo es buena porque la mirada del señor es potente, y nadie se fija en todo lo demás? A veces, lo juro, pierdo el sueño tratando de solucionar dilemas como éste.

Artículos relacionados:

1 comentario:

Alis dijo...

A mí este señor trajeado y su bici me hacen pensar en el Berlín de los años 20. Sólo sobran los coches aparcados detrás.