Esta semana he re-visitado el libro que Richard Avedon hizo con retratos del oeste americano. In the American West, se titula. Ese libro ha sido toda una obsesión para mi durante años. Avedon iba con su equipo a un rodeo, a una misa o a una fiesta de serpientes, buscaba un rincón en sombra, pegaba un fondo blanco y se paraba a mirar a la gente pasar. Tú, tú y tú. Escogía a vagabundos, a cowboys, a efebos y a millonarios, a mineros con la cara manchada de carbón, a matarifes y a muchachitas embarazadas. En total, 752 personas fotografiadas después de cinco años de búsqueda. Algunas veces me he pasado tanto tiempo mirando a esta gente que me sé las arrugas y el desencanto de casi todos. Y me pasa que voy por la calle, veo a tal o cual persona, y pienso que se parece a tal o cual modelo de Avedon. Por eso le hice la foto a este chico, porque se parecía a un crío de 9 años que posó en Montana para el fotógrafo. El niño de Avedon tiene un rifle en las manos, podría matarte. El chico de mi foto no tiene rifle, pero tiene un perro que podría arrancarte un brazo. En cierto modo, ambos me dan un poco de miedo. Para compararlos hay que pinchar en "leer más".
Artículo relacionado: Herrero (en PHE).
13 noviembre, 2009
Ich bin ein Berliner. Chico con perro.
Publicado por Rfa. a las 7:00
Etiquetas: fotografía, Ich bin ein Berliner
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1 comentario:
¡Madre mía qué miedo!
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