El año pasado me fui a Lisboa a celebrar la nochevieja y me quedé a dormir en el piso de un fotógrafo. Husmeando entre sus trabajos, hubo una cosa que me dio mucha envidia: el tío hacía muchísimas fotos de sombras. Gracias a eso descubrí que a veces la sombra de las personas puede ser más expresiva que las personas mismas, y empecé a mirar el mundo como si fuese un teatro chino. Esta foto la hice en el casco antiguo de Varsovia, un lugar para turistas que los polacos reconstruyeron después de la guerra. Ahora mismo es, sin duda, una de mis fotos favoritas.
11 octubre, 2007
El jinete polaco. Sombras en Varsovia.
Publicado por Rfa. a las 22:06
Etiquetas: El jinete polaco, fotografía
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5 comentarios:
Esta sí que me gusta. Y mucho. Muy bien.
Coincido con Walter. La hiciste en 1949, ¿verdad? Y esa gente va a comprar penicilina de estraperlo. Una genial máquina del tiempo.
Me sumo a los elogios. Esa foto tiene mucha fuerza, me gusta. Y el comentario de nàn también, ;-). Tiene razón, parece que en cualquier momento va a aparecer Orson Welles de entre las sombras, y casi se puede oir la mandolina.
Esta es mi foto preferida de la serie. ¡Por ahora!
Walter: Me maravilla que puedas ponerme tan contento con sólo tres frases. Gracias.
NàN: El sonido de los aviones...
Chicoutimi: ...no podía acallar el de la mandolina.
Alis: ¡Paciencia, mujer, paciencia!
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