16 marzo, 2007

Ángel Ferrant o la importancia de saber dibujar


Hoy he descubierto a Ángel Ferrant y la lírica sencilla y sutil de sus diminutas esculturas hechas a base de objet trouvées (objetos hallados) me ha cautivado. ¿Cómo es posible que no hubiera oído hablar antes de este artista? La respuesta la tiene el propio carácter de su obra: modesta, frágil, silenciosa. Tan silenciosa que la crítica le ha pasado por alto hasta hace relativamente poco tiempo, aunque ya se pueden ver muchas obras suyas en museos como el Reina Sofía.



Pero no es de su faceta artística de la que quiero hablar, sino de la pedagógica. Ángel Ferrant fue un auténtico visionario en muchas cosas (por ejemplo, sus “Esculturas infinitas”, que se pueden colocar de múltiples maneras, se anticipan mucho a los “Bichos” de la genialísima Lygia Clark), pero sobre todo destacan sus avanzados conceptos sobre la enseñanza artística.
Este hombre quería, allá por los años 30 (entiendo que tuviera que desarrollar una personalidad callada para pasar inadvertido) abolir las prácticas tradicionales que obligaban al alumno a plegarse a distintas disciplinas estancas entre sí: dibujo técnico, artístico, copia del natural. Él creó un modelo de enseñanza llamado “Escuela poética manual”, que por cierto puso en práctica en la madrileña Escuela de Artes y Oficios de la calle Marqués de Cubas, y que debía basarse en una experimentación libre del alumno con los materiales, de forma que el potencial expresivo de cada uno fluyera puro y sin contaminar.

No hay más que echar un ojo al temario que se imparte en la facultad de bellas artes para darse cuenta de lo novedosos que eran sus planteamientos: “2º curso: dibujo del natural”, “3º curso: geometría”. Pocas cosas han cambiado.
Tras cinco años de sometimiento a materias tan anticuadas y rígidas la frescura y originalidad de los jóvenes deben de esfumarse, supongo, y eso era lo que quería evitar Ángel Ferrant.
Ahora bien, ¿no se critica también a un artista cuando se detecta que éste no tiene nociones básicas de las disciplinas artísticas tradicionales? “¡Pero si no sabe dibujar!”- se oye muy a menudo de los malos artistas. Aunque un artista se dedique al arte conceptual (instalaciones, performances, etc), y nunca en su vida vaya a tocar un pincel, ¿debe haber pasado por una formación artística? Lo plantearé de otra forma: ¿realmente es importante saber dibujar?

1 comentario:

Rfa. dijo...

El virtuosismo está sobrevaloradísimo. Lo importante de verdad son las ideas. Pero bueno, ésa una de las grandes discusiones del arte: ¿técnica o inspiración? ¿Qué es más determinante? O, si nos ponemos finos: ¿qué viene antes? ¿Se inspiran los artistas porque tienen ideas sobre cómo aplicar la técnica que conocen o primero tienen la idea y luego aprenden la técnica para hacerla realidad? Uf...