14 marzo, 2007

La parte o el todo (II). Paris, je t'aime.

Hay pocas cosas en las que todo el mundo está de acuerdo, pero una de ellas es ésta: “París es la ciudad del amor”. Con el pretexto de ilustrar el tópico, 18 directores se han juntado para hacer una película en común: Paris, je t’aime. ¿Una película en común? Bueno, no tanto. Lo que han hecho ha sido filmar cada uno un corto romanticón y parisino, y luego los han unido. El problema –mi problema– es que no tengo muy claro lo que ha salido. ¿Es una película? ¿O es sólo una recopilación de cortos? Una vez más, de lo que se trata es de escoger entre la parte o el todo. Y aunque Paris, je t’aime resulta muy agradable de ver y construye una imagen coherente de la ciudad amorosa, al final te quedas sólo con los cortos y te olvidas del resto. Es inevitable salir del cine hablando de tal o cual director: que si Gus Van Sant es cada vez más ñoño, que si Cuarón sólo tira de steady cam, que si los Cohen son geniales... Vamos, que cuando salga el DVD ni dios se la tragará entera.

8 comentarios:

maria dijo...

El "corto" de Coixet, es tan malo como dicen?
El cartel me seduce, Paris no tanto...

n. dijo...

Me atrae bastante el concepto de la película, pero en general una buena idea no garantiza un buen resultado, y en este tipo de películas la irregularidad suele ser la norma. Por otra parte, me da un poco de miedo que dirijan un corto de amor sobre cada uno de los barrios de París directores que no son de París, me da que en muchos casos rozarán el topicazo, ¿no es así? En fin, le daré una oportunidad, no estaría mal hacer conciencia europea rodando una película así en cada una de las principales capitales, y molaría hacer algo así de Madrid.

Alis dijo...

La idea me parece buena, pero hay un error de base, y es que esta peli no es una peli, sino un conjunto de ellas.
No quiero entrar en el debate de la libertad del cine y de lo lícito que es experimentar con diferentes formatos y que todos se consideren cine, pero nadie me negará que lo que llamamos "película" es un producto completo y autocontenido, que debe sostenerse por sí solo. Pues bien; Paris, je t'aime, pese a reunir unos cuantos cortos muy chulos (y otros bastante regulares)se te desparrama entre los dedos; no tiene consistencia, la pilles por donde la pilles. Eso es un fracaso que creo sería muy fácil de evitar, presentando la cinta simplemente como lo que es: un conjunto de cortos con tema común (aunque incluso eso podría ser discutido).
Me parece mucho más lógica, por ejemplo, la iniciativa del colectivo Short Shots (todos los domingos en Costello y los lunes en el Goethe, no lo olvidéis), cuyos cortos de directores noveles, además, no tienen absolutamente nada que envidiar a los de los súper directores de esta súper peli romanticona.

Anónimo dijo...

¿Que no llega a un nivel sublime la peli? Ya ¿y? ¿Es que todas las películas tienen que ser muy, muy buenas para hablar bien de ellas cuando su pretensión no es esa (la de ser sublime)? No. Por cierto, no sé si le va o no la etiqueta de película, pero lo que es indiscutible es que es cine y se ve en "salas de cine", no en "salas de películas". Película es una forma de llamar al resultado, pero no lo califica, en cambio cine sí, ¿no?

Rfa. dijo...

Creo que n. ha dado con la idea: lo importante es el concepto. O sea, filmar cortos sobre el amor en París. El reto era que todos juntos se convirtiesen en un todo más o menos homogéneo. Y el veredicto, como ya decía, es que no lo consiguen. Ahora bien: ¿por qué no lo consiguen? Ésa es la cuestión.
En primer lugar, porque son 18 historias diferentes en 2 horas, y eso cansa. Cada vez que empieza una historia nueva hay que hacer un pequeño esfuerzo por saber de qué va o cuáles van a ser los elementos con los que se construye. Y claro, cuando llevas 15 cortos, tu cerebro dice basta.
Y tampoco lo consigue, como era de esperar, porque resulta irregular. El episodio de Coixet no me pareció tan malo como dices que dicen, Jill. Pero eso sí: a mí me aburre horrores el rollo adolescente-autocompasivo de "cómo se portaría la gente si fuese a morirme", que ya estaba en Mi vida sin mí.
Aunque casi todos los directores esquivan el tópico parisino con soltura, no ocurre así con los tópicos románticos. Muchas de las historias de amor son tan ñoñas y previsibles que acaban por resultar inverosímiles.
¿Conclusión? Pues que son muchas películas cortitas que hacen una película fragmentaria. Y que, aunque algunos optéis por describir este mejunje como "cine", yo más bien optaría por hablar de "proyecto de cine fallido". Ya que nos ponemos a definir...

Alis dijo...

La etiqueta "película" no califica al resutado final, pero sí predispone al espectador de forma que si lo que se encuentra no es un largometraje su juicio de la peli se verá afectado.
Los cortometrajes son cine, claro que sí, porque de hecho "cine" designa sólo un medio de comunicación, y cualquier obra que use ese soporte será, por tanto, cine. Pero como en la literatura hay subgéneros (novela, relato, fábula, poema...) también dentro del cine podríamos considerar subgéneros el largometraje, el cortometraje, los vídeoclips o incluso los anuncios de publicidad. Todos estos "subgéneros" son dignos por sí mismos, y no necesitan ser disfrazados de largometraje para ser cine con mayúsculas.
Por supuesto que los cortos deben estar en la gran pantalla, pero como lo que son.

Anónimo dijo...

Lo que yo no entiendo es que se la llame de un proyecto "fallido". Las historias no tiene conexión, ni tiene por qué tenerla, en la trama. Los protagonistas de la pelícual son dos, y se llaman Amor y París. Por supuesto pueden no gustarte ninguno de los dos, pero no puedes decir que es fallida... En todo caso fallida para las espectativas que cada uno se monta (por sus experiencias, etc.). Se trata de que cada director hiciese una historia con esos dos personajes. Y eso es esta película, cine, corto-largometraje, o como lo quieras llamar.
Y, por si todavía no lo había dicho, a mí me encantó, unas historia más que otras, pero salí con una sensación genial del cine... ¿Tal vez porque la vi en Francia? No sé, pero tan feliz que me tomé un vinito después.

Anónimo dijo...

¡Hola a todos!

Permitidme que me presente: me llamo Astrid y pertenezco al equipo de Short Shots. He llegado casualmente a esta página y me he sentido muy feliz al ver que os gusta aquello por lo que nos esforzamos en el grupo. Aunque quizás no venga muy a colación ahora, sólo quería decir que aunque procuramos proyectar varias veces a lo largo del año, lo cierto es que no lo hacemos, ni mucho menos, todos los domingos o lunes. Nuestro tiempo libre -que es el que utilizamos para organizar los festivalitos no da para tanto.... Eso sí, siempre hacemos una proyección en el Goethe. La segunda es variable.

Pues nada, os invito a nuestra próxima proyección, que será a finales de febrero (después de los exámenes, para relajar el ambiente).

Un saludo,

Astrid

PD. ¡Ah! Para alguien que preguntó una vez al respecto: las charlas con los directores invitados son bilingües para que el público pueda participar: siempre con ayuda del moderador-intérprete.