El concepto de Paisajes habitados me parece tan escurridizo que he decidido utilizar esta foto para explicarlo. La hice el verano pasado en una calle de Estambul, y me gusta porque retrata algo que en realidad no se ve, sólo se supone. Basta con mirar los vasos en el suelo y el reflejo de la mezquita para hacerse una idea de lo que ha pasado aquí: que alguien, posiblemente un musulmán, se ha tomado un té en mitad de la calle. Y si uno sigue pensando, sospechará también que eso de beber té en mitad de la calle debe de ser una práctica corriente, porque los vasos están colocados para que venga el camarero a recogerlos. ¿Conclusión? En el fondo, lo que realmente aparece en la foto es una forma concreta de vivir en la ciudad. O sea, de habitar un paisaje. En este caso, Estambul.
Para ver más fotos de Paisajes habitados, hay que ir a Artépolis antes del 2 de julio.
1 comentario:
¡Qué libertad, esa de tomarse un té ambulante!
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