En las ciudades normales los músicos callejeros aporrean guitarras destartaladas en las esquinas del metro. En Buenos Aires, sin embargo, los músicos callejeros tocan el contrabajo en una orquesta tanguera de seis o siete integrantes, donde alguno puede que hasta toque el piano. Por supuesto, es mucho más interesante ver a esta gente cuando todavía no se han colocado el disfraz de animadores turísticos, cuando no están rodeados de cámaras de fotos y japoneses boquiabiertos. A este chico me lo encontré en un portal de la calle Defensa, una de las más turísiticas, un rato antes de que en los hoteles hubiesen empezado a servir los desayunos. Esperaba a sus compañeros de orquesta. Me gusta que tenga un tatuaje en el cuello y que lleve un iPod. Y me llama la atención que la puerta sobre la que se apoya esté cerrada con un candado. Para ver estos detalles mucho mejor, lo ideal es dar una vuelta por mi fotolog: allí están colgadas todas las fotos de Buenos Aires a una calidad estupenda.
08 agosto, 2008
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