Lo que menos se espera un europeo de Buenos Aires es que se parezca a Nueva York. Pero las grandes avenidas, los embotellamientos de taxis, los burguerquines y los hoteles que se llaman Liberty (en inglés), te caen encima nada más pisar el centro. Como la (gran) manzana de Newton. A mí esta sorpresa me pareció encantadora porque soy un urbanita que se entusiasma con los semáforos abarrotados, y a mi cámara le sentó fenomenal. Para captar los (buenos) aires de Manhattan podría haber hecho una foto de cualquier rascacielos, pero al final opté por imitar a uno de los pintores más neoyorquinos que hay: Richard Estes. El resultado es una de mis fotos favoritas de Argentina. Las demás (y ésta también) se pueden ver mucho mejor en mi fotolog.
06 agosto, 2008
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1 comentario:
Estoy con Alis en lo del color.
Una muy buena foto que en un rozo pequeño todo se abarrota, dando esa sensación urbana que tanto te gusta. El capó es imprescindible.
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