Tal y como yo lo veo, sólo hay tres motivos por los cuales está justificado que alguien filme una trilogía. El primero es que la historia no cabe dentro de una sola película; el segundo, que el protagonista da tanto juego que es imposible no resucitarle; y el tercero, que una misma idea se puede filmar de varias maneras distintas. Yo siento una debilidad enfermiza por cualquier trilogía, pero mis favoritas son las del tercer grupo: en el fondo, repetir con un mismo protagonista es falta de imaginación, y ser incapaz de contar una historia en dos horas es falta de mesura. Las trilogías más interesantes son, por tanto, las que un director ha grabado sólo para experimentar. Y un ejemplo perfecto es la que Chan-wook Park acaba de terminar sobre la venganza. El director coreano arrancó en 2002 con Sympathy for Mr. Vengeance, una película según la cual nadie gana nunca con la revancha. Era un planteamiento simple, obvio y casi tópico, pero precisamente en eso radicaba su interés. Lo que Chan-wook Park quería era jugar con los recursos y ensayar formas nuevas de contar lo de siempre. Y vaya si lo logró. Sympathy for Mr. Vengeance fue un sobrecogedor ejercicio de estilo meticulosamente planificado para que todo, absolutamente todo, respetase una condición básica: que el protagonista era sordomudo. Y no digo más: a partir de aquí, silencio.
14 agosto, 2007
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5 comentarios:
Me gusta el cine por si...por lo que como crítico (ya lo dije en alguno de mis post sobre cine)Pero pienso que cuando ´se firma una misma trilogía por el mismo director y el productor...la historia va por otros derroteros...por el camino de sacar más pasta porque el producto se vende o no?
saludos
Sigo creyendo que Chan-wook Park ya tenía definida la trilogía al rodar la primera, y que los derroteros puramente monetarios quedan demostrados con otro tipo de secuelas que suelen acabar con una tercera más que mediocre. La importancia de esta trilogía radica en la complicación de ver una historia conocida que sea capaz de sorprenderte. La venganza es un viaje solo de ida, y como ya nos mostrara Shakespeare con Titus Andronicus, su final es trágico.
Estoy con Manuel... Muchas veces lo que cuentan en seis horas se cuenta mejor y más claro en 90 minutos
Ya lo digo en el post: no creo que todas las trilogías sean una historia alargada. Y en este caso, menos aun. Chan-wook Park sólo repite con un ingrediente: el deseo de venganza. A partir de aquí, cada película es de su padre y de su madre. Por supuesto, Alfil, es innegable que una trilogía ofrece más posibilidades comerciales porque el que se engancha con una película acaba viendo las tres. Pero dudo que este señor buscase sólo hacerse rico: lo primero que llama la atención es su afán por reinventarse.
Eso mismo defendía, Rfa. No creo que, en este caso, el sentido de la trilogía tenga que ver con sacar dinero al espectador (Conozco a más gente que ha visto Old Boy que Sympathy for Mr. Vengeance). Esta trilogía me parece un reto (aunque como ya he dicho la venganza no es un tema que me guste demasiado)
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