El vendedor de estampitas va a contracorriente: hacia la izquierda, el tren; hacia la derecha, él. Pasa de vagón en vagón buscando la cola del convoy y ofrece un pedazo de cielo para colgar en la pared. O para marcar la página del Código da Vinci, sólo Dios sabe. El vendedor de estampitas también va a contracorriente porque en las guías de Berlín no se habla de él, porque no está en la lista de puerta de las discotecas y porque hace tiempo que no se lleva el look Lenin. Pero él sigue creyendo en sí mismo y en sus estampitas, y probablemente también en ese pedazo de cielo que vende en los trenes. Cuando llega a una estación, se baja sin dejar de sonreír y se coloca en el extremo del andén, hasta que llegue el próximo tren. En cinco minutos como máximo subirá de nuevo a otro primer vagón y seguirá su camino a contracorriente.
NOTA: Esta imagen también se ha publicado en el Blog Sandisk de PHotoEspaña, en El Fotográfico y en el número 9 de la Revista Trazos.
10 abril, 2010
Tipos y retratos. Vendedor de estampitas. Berlín.
Publicado por Rfa. a las 7:00
Etiquetas: fotografía, Tipos y retratos
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