Lo mejor de Berlín es que si tienes bici, ni te la roban ni te atropellan cuando la usas. Dos fenómenos paranormales que asombran al neófito y provocan un encogimiento de hombros en los locales. ‘En esta ciudad’, suspiran, ‘ocurren cosas bonitas que no tienen explicación’. Como que los perros no ladren. O que los bebés no lloren. Berlín sobre dos ruedas es barato, pone a la gente en forma y justifica la existencia de talleres en cada barrio. En la puerta, una bomba de aire que todo el mundo puede usar. Y dentro, un número sorprendente de herramientas para un artilugio que se basa en un principio mecánico tan simple. El mecánico de bicicletas de la fotografía tenía brazos del tamaño de la cabeza del fotógrafo y, aunque en el momento de redacción de este texto no se había podido comprobar, es posible que pueda aflojar tuercas con sus propios dedos. Sin esfuerzo.
26 abril, 2010
Tipos y retratos. Mecánico de bicicletas. Berlín.
Publicado por Rfa. a las 7:00
Etiquetas: fotografía, Tipos y retratos
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