Berlín es una ciudad cuajada de pulgas. De mercados de pulgas, más bien. Los domingos se organizan pequeños y grandes rastros en las plazas de los barrios, sobre todo en la antigua zona oriental, la que pertenecía a la RDA. Allí se vende chatarra de gente muerta, camisetas para gente guapa y algún que otro vinilo. Este señor era un herrero que había traído un tocón y un yunke para dar el último martillazo a las herraduras que vendía, como Miguel Ángel con su Moisés. A pesar de que algunas de estas viejas herraduras todavía olían a caballo, no se ha demostrado que allí hubiese pulgas. Desconocemos lo que habría hecho el herrero si hubiese descubierto alguna, aunque sospechamos que la habría matado con su martillo.
NOTA: Esta fotografía ya apareció publicada en el Blog Sandisk de PHotoEspaña.
15 abril, 2010
Tipos y retratos. Herrero. Berlín.
Publicado por Rfa. a las 7:00
Etiquetas: fotografía, Tipos y retratos
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