El muro de Berlín no era un muro, eran dos. Dos muros separados por un campo de tierra donde, todos los días, un guardia pasaba un rastrillo para que se grabasen las huellas de los desertores. De los dos muros, sólo uno estaba pintado: el que daba al oeste. Si pintabas en el muro de dentro podías buscarte problemas, pero fuera era otro mundo, otro país. Por eso, y porque la gente podía sacar fotos y llevárselas a su casa, el muro de fuera y sus grafittis se hicieron mundialmente famosos. Luego se enfrió del todo la guerra fría, se acabaron los dimes y diretes y el muro dejó de tener sentido. Dicen que Sarkozy ayudó a tirarlo abajo, pero no está demostrado. Mientras David Hasselhoff cantaba aquello de I’m looking for freedom, el muro cayó. Y el gobierno, atento a la posteridad, encargó a unos cuantos pintores que decorasen lo poco que quedó en pie. Ahora dicen que es la galería de arte más grande del mundo.
NOTA: Este señor ya salió en el blog Sandisk de PHotoEspaña hace unos cuantos meses.
28 abril, 2010
Tipos y retratos. Pintor del Muro. Berlín.
Publicado por Rfa. a las 9:18
Etiquetas: fotografía, Tipos y retratos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario