El 30 de septiembre es el día del maestro y los profes lo celebran hasta en el espacio. O casi. La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción ha fichado al mismísimo Obi-Wan Kenobi, el rey del holograma, para que les ayude a promocionar esta juerga. Todo el universo está forrado con un cartel sin fotos ni efectos especiales, sólo un texto: "Luke Skywalker sería otro Luke Skywalker si no hubiese existido Obi-Wan". En primer lugar tengo que decir que la saga de Star Wars me parece un pestiño desde que se estrenaron las tres últimas películas, y que estoy un poco aburrido de que se reivindique como un referente generacional incuestionable. Pero si aceptamos que los cerebros subdesarrollados para los que George Lucas concibe su cine van a darse por aludidos con esta campaña, tengo una matización que añadir. ¿Acaso no es el mismo Obi-Wan cuya labor se ensalza aquí el responsable de la caída en el Lado Oscuro de Anakin Skywalker, alias Darth Vader? Parece que a los creativos de la campaña se les ha pasado este pequeño detalle por alto. Si yo fuese padre, el último profesor a quien confiaría la educación de mis retoños sería este pseudo monje de ineficacia probada, adicto a los misticismos orientaloides de medio pelo y con una sospechosa tendencia a hacer mutis por el foro a la primera de cambio. Pero bueno, quién sabe; a lo mejor esta cagada de los creativos es un signo del más allá y nos está indicando que ha llegado el momento de cerrar puerta a la caspa galáctica para buscar nuevos referentes con los que estimular a la muchachada. Ojalá.
Artículos relacionados:
01 octubre, 2008
Anuncios que molan (II). Obi-Wan con los profes.
Publicado por Rfa. a las 19:00
Etiquetas: cine, Publicidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Pues a mí, personalmente, esta campaña me encantó. Quizá habría sido todavía mejor si se hubiesen editado más carteles del mismo tipo, quizá: "los nenes londinenses serían otros si no hubiera existido Mary Poppins", o yo qué sé.
En cualquier caso, Rfa., me parecen muy serias tus acusaciones hacia Obi-Wan, y más todavía hacia Star Wars. Que las pelis modernas sean un truño no quiere decir que el resto de la saga no sea memorable.
Creo que las últimas películas, las del joven Anakin, me han hecho ver de otra manera a las primeras, que hace años me encantaban. La ñoñería del Retorno del Jedi se podía tragar porque se consideraba un mal menor. Pero con La amenaza fantasma descubrimos que George Lucas es en realidad un osito amoroso disfrazado de humano. Y ahora cada vez cuesta más olvidarse del almíbar cuando ves cómo le cortan la mano a Luke Skywalker.
Publicar un comentario