Cuando empecé a hacer fotografía me obsesionaba la luz. Estaba convencido de que el único interés de las cosas que vemos depende de la luz que reciben y de cómo la reciben. Sólo algún tiempo después descubrí que me gustaba más el paisaje humano, y que estaba dispuesto a sacrificar una buena iluminación si a cambio obtenía una expresión memorable. Pese a todo, aun sigo pendiente del sol y de las sombras. Y a veces me encuentro con imágenes típicas, como ésta, que disfruto sólo por sus valores lumínicos. El señor que va encima del camello no es ningún marroquí, es un turista más, pero me encanta la atmósfera brillante que genera el rayo de sol. Sólo por eso he decidido colgar la foto aquí.
Hay más imágenes de Marruecos en mi fotolog, pero ésas son casi todas en blanco y negro.
02 marzo, 2008
Marruecos. Turista en el desierto.
Publicado por Rfa. a las 17:23
Etiquetas: fotografía, Marruecos
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1 comentario:
¡Parece otro planeta, con esa luz cegadora y la arena dorada!
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