04 diciembre, 2007

Banksy.

Siempre he sentido una enorme debilidad por el arte callejero que va más allá del típico graffiti, porque me inspira y porque me hace sentir a gusto en la ciudad. El más famoso de los artistas urbanos es, probablemente, Banksy. Este señor se pasea por la vida con los modales de un superhéroe, alimentando el mito de su persona mientras los policías de medio mundo se vuelven locos para desenmascararle. Sus diseños suelen ser combativos e imaginativos a partes iguales, con mensajes anti-sistema y un divertido sentido del pop. De todos, los que más me han impresionado siempre son los que pintó sobre el muro de Palestina. Y no sólo porque sean originales y potentísimos, sino porque uno no se espera ver a un graffitero pintando en aquellas tierras.
Si cuento todo esto es porque el otro día una amiga me regaló un estupendo libro sobre Banksy, y entre sus páginas encontré una historia que me impactó. Según cuenta el propio artista, cuando estaba en plena faena se le acercó un viejo palestino y le dijo: “al pintar el muro haces que sea más bonito”. Bansky, halagado, le dio las gracias. Y entonces el viejo continuó: “no queremos que sea más bonito. Odiamos este muro. Vete a casa”.

4 comentarios:

Alis dijo...

A mí la faceta que más me gusta de este graffitero gamberro es su "terrorismo artístico"; por ejemplo cuando planta una señal de peligro cocodrilos en medio del lago del Hyde Park de Londres o cuando cuelga cuadros falsos en los museos, que a veces llegan a aguantar varios días.
Sin quitarle valor a los graffitis que hace sobre todo por dónde los hace, me atraen menos porque son muy políticos, y eso me aburre un pelín por obvio.

mikto kuai dijo...

Esa historia del viejo palestino desde luego es tremenda.

Yo me quedo con sus grafitis urbanos, esas ratas por ejemplo, además el tipo tiene tanto arte que hace que te quedes alucinando viendo cada uno de ellos con un cosquilleo cerebral maravilloso, tiene una imaginación desbordante. Hace poco en una tienda de cómics echaba una hojeada a un libro con fotografías de parte de su obra, e incluso un amigo acabó por comprárselo, no sé si será el mismo que te han regalado, pero el que yo vi tenía una pinta excelente, una de esas compras que sin duda merecen la pena.

NáN dijo...

No les quites el valor, Alis, porque el arte político no tiene por qué ser obvio. Este del muro, por ejemplo no lo es: es una imagen demasiado romántica que se pega de bruces con la realidad del muro. El enfrentamiento de escenario y graffiti me parece tan sorprendente y "artístico-terrorista" que el de los cocodrilos.

¿Qué pensará un palestino? El de la historia, desde luego, es brutal, pero es un mal político: piensa en lo directo, no mediáticamente. Se olvida de que estamos en la sociedad del espectáculo. El muro de Berlín fue tristemente famoso por lo que era al principio, pero cuando de verdad se hizo "real" para la gente es cuando empezó a ser usado como soporte por el lado "democrático" (que no era, precisamente, el de la Alemania Democrática).

Ojalá empezaran a llegar artistas de todas partes (también de dentro del territorio ocupado) a "adornar" el lado que da al sufrimiento, a los expoliados. Constantemente se hablaría de ese muro y la destrucción de su realidad abyecta se convertiría en un leitmotiv para la parte más viva de los occidentales. Sería el final de ese Estado ocupante tal como se ha creado y como se mantiene.

No hay que desentenderse de la Política, porque cuando no nos ocupamos de ella, ella se ocupa de nosotros (y entonces siempre salimos perdiendo).

Alis dijo...

Claro que hay que ocuparse de la política, por supuesto, y no digo que sea malo hacer arte político. Sin embargo, sí tengo la sensación de que ese camino ofrece pocas posibilidades estéticas y que impide en cierto modo la experimentación personal. A mí por lo menos los resultados que da suelen dejarme fría.

Con lo de obvio, quería decir que hay mil formas más creativas de sacudir las conciencias, porque el mensaje político directo y a las claras me resulta facilón. Prefiero que se me sugieran las cosas, y que sea yo la que las interprete. Con todo, el ejemplo de graffiti que colgó Rfa. es tan chulo que no es representativo de esto que estoy diciendo, pero Bansky tiene otros muchos repletos de referencias a McDonald's, que están más vistos.