Vaya por delante que me pirra Johnny Cash, y que la sola mención de su nombre basta para que se me desabrochen solos los cordones de los zapatos. Una vez dicho esto, todo lo que venga a continuación estará libre de juicios incondicionales. A fin de cuentas, de lo que se trata aquí no es de hablar de un cantante, sino de un tebeo: Cash. I see a darkness. Una biografía en viñetas que me ha impresionado, sobre todo, porque dibuja la música. El tipo que la firma, Richard Kleist, parte de un planteamiento muy sencillo: Johnny Cash era un contador de historias. Y a partir de aquí, el paso siguiente es de una lógica aplastante: para transmitir la fuerza de sus canciones, lo más fácil es dibujar estas historias. Parece un razonamiento de Perogrullo, pero a mí se me antoja como uno de los hallazgos más felices de los últimos tiempos. Cash. I see a darkness, es una caja china que, además, incorpora rodillos de música; un mecanismo de espejos donde una historia contiene a otra y cada canción sirve como excusa para experimentar formas de contar. Gracias mil, por tanto, a todos los que me lo regalaron.
11 diciembre, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
A mi también me gusta Johnny Cash, sobre todo el personaje. Así que después de hacerme con algún CD, algún DVD, haber visto algún otro documental y demás, me compré ese cómic, un día que no sabía cual escoger, para completar mi fetichismo. Sin embargo, el día después de empezar a leerlo lo abandoné en una estantería para que cogiera polvo. De momento, tendrá que esperar a que me ilusione de nuevo. Había algo que me distanciaba de Johnny Cash.
Publicar un comentario