23 septiembre, 2007

The Hopper Landscape.

El otro día leí una noticia que me llamó mucho la atención. Un multimillonario llamado Donald Kline pretende construirse un chalet enfrente de la casa que Edward Hopper tenía en South Truro, Massachussets, y los vecinos han dicho que nanay. Según ellos, el lugar donde el millonario piensa levantar su casita está, exactamente, en el cacho de paisaje que Hopper veía desde su ventana. O sea, que si Hopper levantase la cabeza y levantase la persiana, se llevaría un susto de muerte. Me hizo mucha gracia darme cuenta de que, en ocasiones como ésta, el fetichismo artístico puede llegar a niveles sorprendentes. No se trata de preservar un hermoso paisaje. Ni siquiera pretenden proteger el paisaje que inspiró a un famoso pintor. Lo único que quieren es que no se alteren las vistas desde la casa de un muerto. Una vistas que ya han sido bautizadas como “the Hopper Landscape”. Y yo me pregunto: ¿esto es una tontería o no lo es?

8 comentarios:

Alis dijo...

Vaya que si lo es. De hecho, me atrevería a decir que precisamente lo que más evocaría el "espíritu Hopper" sería eso: mirar emocionado el paisaje y encontrarse con una casa de nuevo rico tapando la vista. Sería el colmo de la melancolía, ¿no?

Fliper dijo...

í más que fetichismo estético me parece chollo turístico. Habrá mucho imbécil dispuesto a creer que va a sentir algo especial por ponerse en el lugar de Hopper que igual estaba hasta los cojones de la vista que se le presentaba. El fetichismo es de otros; los que no quieren que se construya lo único que querrán es ganar algo de pasta. "Aquí, a la derecha, si estiran un poco el cuello, podrán ver lo que veía el famoso..."

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

no se si es tontería o no..pero ya sabes los hay raritos por todas partes...saludos

marmotilla dijo...

Sí, aunque en cierto modo es bonito que alguien se acuerde de ti así...
Pero vamos, el muerto no creo que vea ya mucho.

Rfa. dijo...

Alis: Has dado en el clavo. En los paisajes de Hopper siempre había una casa. Me imagino al viejo gruñón, cuando le doliesen los huesos, mirando por la ventana con melancolía y pensando: "¡joder, si desde aquí se viese una casa, no tendría que subir la colina para pintar la mía, con lo que me cuesta!".
Miguel: Encima, la ventana ni siquiera tenía una buena orientación. ¡Estaba orientada hacia el norte! ¡No le entraba ni un rayo de sol! ¿Cuántas veces pensaría eso de "si me cargo la otra pared, seguro que me entra más sol"?
Manuel-Tuccitano: ¿Quién es el raro, en tu opinión? ¿El que pretende levantar su casa enfrente de la casa de Hopper? ¿El que no quiere que lo haga y bautiza las vistas que hay desde la casa de un muerto? ¿O nosotros, que nos dedicamos a discutir sobre todo esto?
Marmota: Desde la ventana de mi habitación se ven las bragas de mi vecina, la señora María, que las cuelga todas las mañanas junto a los trapos de cocina. La verdad, no sé si me gustaría que me recordasen por esta vista. Es lo que tiene vivir asomado a un patio de luces.

Anónimo dijo...

Yo, por mí, que no lo dejen como está. El paisaje es bonito y da al mar, ¿qué necesidad hay de poner una casa ahí?

Álvaro dijo...

Yo como no tengo dinero, no tengo ese problema

jeje

Un saludo

Walter Kung Fu dijo...

Como fan de Hopper me muestro totalmente contrario a alterar cualquier recodo de ese paisaje. ¿Por qué hacerlo (si de hacerlo hay otros lugares menos significativos)?