14 julio, 2008

Buenos Aires. Parrilla.

Yo crecí viendo Tocatta en Televisión Española, así que siento una especial debilidad por las imágenes con humo. Aquellos grupos que hacían playback sobre un escenario brumoso, que movían las nubes a patadas, me dejaron marcado de por vida. Por eso, cada vez que veo una escena donde hay humo, allí que me lanzo con la cámara. El humo denso y algodonado es uno de los mejores aliados del fotógrafo amateur porque siempre otorga a la imagen un componente espectacular, que no es poco. Así, algo tan típico y vulgar (pero también delicioso) como una parrilla argentina parece poco menos que la entrada al infierno.
Si la foto no se ve bien, recomiendo una visita a mi fotolog. Allí está colgada a muchísima más calidad.

1 comentario:

rinconete dijo...

Es sin duda la entrada del Infierno.

Lo que nos falta averigüar es si el hombre de la izquierda es el terrible guardián o simplemente otra alma en pena que echa una última mirada a este mundo, justo antes de dejarlo.