Yo crecí viendo Tocatta en Televisión Española, así que siento una especial debilidad por las imágenes con humo. Aquellos grupos que hacían playback sobre un escenario brumoso, que movían las nubes a patadas, me dejaron marcado de por vida. Por eso, cada vez que veo una escena donde hay humo, allí que me lanzo con la cámara. El humo denso y algodonado es uno de los mejores aliados del fotógrafo amateur porque siempre otorga a la imagen un componente espectacular, que no es poco. Así, algo tan típico y vulgar (pero también delicioso) como una parrilla argentina parece poco menos que la entrada al infierno.
Si la foto no se ve bien, recomiendo una visita a mi fotolog. Allí está colgada a muchísima más calidad.
14 julio, 2008
Buenos Aires. Parrilla.
Publicado por Rfa. a las 7:30
Etiquetas: Buenos Aires, fotografía
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1 comentario:
Es sin duda la entrada del Infierno.
Lo que nos falta averigüar es si el hombre de la izquierda es el terrible guardián o simplemente otra alma en pena que echa una última mirada a este mundo, justo antes de dejarlo.
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