09 junio, 2011

On the air (XV). Photoshop y los Jinetes del Apocalipsis.

El último Premio Nacional de Fotografía se lo llevó José Manuel Ballester por, entre otros méritos, haber borrado con Photoshop las figuras de algunos cuadros del Prado. Dejó sólo el paisaje y le quedó tan bien que incluso salió en El País Semanal. Ahora lo ves, ahora no lo ves. El viejo truco de escamotear el cuerpo siempre funciona, siempre deja con la boca abierta. Desde los mimos que hacen de hombre invisible en la Plaza Mayor hasta las fotos retocadas de Stalin, borrar el cuerpo es un efectivo truco de magia. Y la magia, todos lo sabemos, es la manera más noble de repartir asombro. A mí las fotos de Ballester me gustan mucho, lo mismo cuando tira de Photoshop como cuando retrata espacios vacíos. Pero puestos a elogiar el arte de birlibirloque fotográfico, yo me quedo con Paul Pfeiffer. Este señor no trabaja con cuadros famosos, sino con fotos de partidos de baloncesto. Y en vez de borrar a los jugadores borra el balón. El resultado es extraño porque en cuanto quitas la pelota, la gente que salía en la foto intentando cogerla se queda con cara de idiota. Pero precisamente por eso, la gesta física se engrandece: porque de pronto se vuelve innecesaria. Los jugadores de Paul Pfeiffer no son señores a los que les acaban de robar la cartera, no: lo que son es gigantes voladores ensimismados en su propia fortaleza, Jinetes del Apocalipsis. Y su vuelo es tan sobrecogedor que era inevitable acabar incluyéndolo aquí, en esta serie sobre cosas que flotan.

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