18 noviembre, 2010

No somos nadie (XX). El jesuita que se adelantó a Banksy.

Una vez, el señor de la foto dijo que era Mark Landis. Otra, Steven Gardiner. Otra, Arthur Scott. Pero en realidad no es ninguno de los tres. El señor de la foto no es nadie. O sí: es un falsificador que se dedica a ir de museo en museo disfrazado de jesuita, regalando cuadros falsos en nombre de Dios. Llega con cara de santo, cuenta que se le ha muerto la madre, que quiere desprenderse de algunos recuerdos, y deja una acuarela de Degas sin pedir nada a cambio. Por supuesto, los responsables de los museos babean. Pero hace un par de meses, cuando el padre Arthur Scott colocó la última de sus falsificaciones en Louisiana, alguien se dio cuenta de que aquello era sospechoso. Miraron un par de donaciones anteriores, intercambiaron mails con colegas de otras instituciones y descubrieron lo que, en el fondo, debió de hacerles muy poca gracia: que el jesuita de marras lleva ¡20 años! tomando el pelo a museos de todo Estados Unidos. ¡Y nadie se había enterado! La historia me gusta por tres motivos. Primero, porque un tipo que se disfraza de cura siempre me caerá bien. Segundo, porque demuestra que en el mundo del gamberrismo artístico había vida mucho antes de que llegase Banksy. Y tercero, porque en el museo donde se ha destapado el pastel ya están preparando una exposición con las falsificaciones detectadas. Se titulará "¡Dime que no es falso!" y, por lo que he leído, tienen pensado invitar al misterioso padre Arthur Scott a la inauguración. Ojalá vaya: la ironía de que un jesuita falso participe en un evento que desacraliza la obra de arte original me parece sencillamente genial, digna del mejor Buñuel.

1 comentario:

Alis dijo...

Lo que alucina es lo poco que tarda el establishment en recobrarse de cualquier varapalo, y en darle la vuelta a la tortilla: después de esta exposición/consagración, sus cuadros dejarán de ser burlas al sistema y pasarán a considerarse valiosos originales dentro de ese mismo sistema!