14 mayo, 2008

Bajo el mar.

Me gustan los cementerios. Sé que es algo que ya he contado aquí, aquí y aquí, pero no me importa repetirme porque, en realidad, lo que voy a contar ahora es algo completamente distinto. El otro día descubrí que en Florida, probablemente el estado más friki de USA, algún avispado ha creado un cementerio submarino. ¿Por qué tirar tus cenizas al mar, si puedes sumergirlas en una tumba como Dios manda? Lo que más me gusta de esta iniciativa es que recupera la vieja estética gótica, la de los grandes mausoleos y las esculturas funerarias. Es un poco kitch, lo reconozco, pero mola mucho más que los aburridos e impersonales nichos de hoy. También me parece equitativo y razonable que para visitar a los muertos haya que poner en riesgo la propia vida. Tal y como yo los veo, los cementerios tienen que estar siempre a mitad de camino entre un mundo y otro, como el purgatorio o como el limbo. No sé, quizás aprenda a bucear para ver quién se ha sumergido aquí. Pero si a alguien no le apetece mojarse, puede darse un paseo (submarino) por la web.

3 comentarios:

Alis dijo...

Realmente parece una especie de limbo intermedio. Y esas conchas y estrellas de mar de cemento, con una plaquita dorada encima con el nombre del difunto, brrr... dan escalofríos.

FERNANDO ALONSO MUÑOZ CARBALLEDA dijo...

Yo he trabajado de enterrador, y la verdad, no me veo con el traje de neopreno haciendo el entierro XD.

Una cosa Rfa, Como has conseguido que el google pille tu blog? llevo poco tiempo y no entiendo nada. Ni se lo que son los feeds esos.

chicoutimi dijo...

No soy en absoluto dada a las visitas a los difuntos, pero un cementerio acuático resulta muy atractivo.
Sólo he buceado una vez, pero la sensación de silencio, aislamiento y paz que se experimentan (totalmente alucinantes) tienen que propiciar sin duda el ambiente perfecto para un encuentro entre los dos mundos.