20 noviembre, 2007

José Ramón Sánchez.

Estos últimos días ha aparecido en Madrid una campaña de publicidad sobre la ciudad de Nueva York. Son dibujos alegres que promocionan las compras, los espectáculos y no sé cuántas cosas más de la Gran Manzana. En teoría, cuando uno los ve debería sentir ganas de viajar, pero yo he sentido una enorme nostalgia. ¿Por qué? Porque me han recordado a José Ramón Sánchez. En caso de que alguien no se acuerde, este señor fue el dibujante oficial de la España de los primeros ochenta. Aunque los modernos de mi generación siempre presumen de haber tenido una infancia marcada por La bola de Cristal, en realidad José Ramón Sánchez fue mucho más importante. Al menos para mí. Recuerdo que le veía dibujar en la tele, rodeado de niños, y se me caía la baba. El programa que más grabado tengo es El Kiosco, pero al ver esta cabecera de Sabadabadá he sentido que se activaban recuerdos de los que no era consciente. Actualmente José Ramón hace unos cuadros bastante chungos y padece una pretenciosidad galopante, ya que su próximo proyecto es dibujar la Divina Comedia. Pero yo se lo perdono todo, porque gracias a él, de niño quise ser dibujante.
Para ver la imagen de la campaña de Nueva York que ha provocado este ataque de nostalgia, sólo hay que pinchar en "leer más".




1 comentario:

Miguel Marqués dijo...

Dios mío, qué flash. Sí, sí, es esa sensación de la reanimación de recuerdos que uno ni sabía que eran recuerdos.

Los muñecos de este tío poblaron miles de libros de pasta dura que hubo repartidos por la biblioteca del cole.

Son los dibujos más asexuales que he visto en mi vida. Ni los del libro de religión, vamos! :).