Ser o no ser alguien, qué gran asunto. A veces la distancia entre un extremo y el otro de la existencia es maravillosamente caprichosa. Dave, Nick y Mat lo saben muy bien. Hace once años, estos tres mindundis estaban de pedo en un bar de Londres y vieron a un tipo que podría ser alguien. De hecho, pensaron que podría ser un futbolista. Un futbolista famoso: Dennis Wilson. Borrachos como cubas, se pasaron un buen rato mirándole y debatiendo entre la posibilidad de que fuese o no fuese. Y finalmente decidieron preguntarle. "Disculpe, ¿es usted Dennis Wilson?". El otro negó con la cabeza: no, no lo era. No era nadie. O más bien sí, era alguien, pero no ese alguien que ellos pensaban que era. "Soy Damien Hirst", les dijo. "¿Damien Hirst?", contestaron ellos, "¿y ese quién es?". "Un artista". Tanto Dave como Nick y Mat eran bastante legos en arte contemporáneo, y por eso se tomaron al desconocido por un paria. Más chulos que un ocho, le retaron a que les hiciese un retrato. Y el tal Damien Hirst les dibujó con caras de idiotas. Un boceto lamentable, sin duda, producto de la borrachera. Pero eso no es importante ahora. Lo fascinante de la historia es que Damien añadió un detalle prodigioso: sus nombres. Dave, Nick y Mat. Con este sencillo gesto les otorgó el don la existencia: once años después, los tres aparecieron en todos los medios porque el garabato en cuestión salía a subasta. Se ha vendido por 300 euros: una nimiedad comparado con el milagro de haber pasado a ser alguien.
25 octubre, 2010
No somos nadie (XIII). Dave, Nick y Mat.
Publicado por Rfa. a las 22:40
Etiquetas: Arte, No somos nadie
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2 comentarios:
¡Qué gran historia!
Ahora, que seguro que a Hirst le ha decepcionado alcanzar sólo 300€...
Bonita historia, sí señor, me encanta como escribes ;)
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