En el eterno debate sobre qué grupo inventó el punk, muchos opinan que fueron los New York Dolls. Unos tíos que iban por ahí vestidos de mujer en una época -los primeros setenta- en que ir vestido de mujer daba más miedo que pertenecer a los Ángeles del Infierno. Su disco de debut se publicó en 1973 y está dedicado a Billy Doll, el batería original (segundo por la izquierda). Billy había fundado el grupo y había contribuido a que se convirtiese en un fenómeno, pero se murió cuando todavía no tenían ni discográfica. Ocurrió en un viaje a Londres, a donde habían ido para telonear a Rob Stewart. De un día para otro, los Dolls pasaron de tocar ante las 350 personas que les conocían en Nueva York a tocar delante de las 13.000 que habían ido a ver a Stewart. Se convirtieron en un pelotazo y todo el mundo quería arrimarse a ellos. Una noche, unos culturetas pijos a los que ni siquiera conocía, invitaron a Billy Doll a una fiesta en un piso. Allí se inflaron a Quaaludes, unas pastillas de moda, y Billy se quedó frito. Los pijos culturetas podían haber avisado a una ambulancia, pero en lugar de eso tuvieron la genial idea de meterle en una bañera llena de hielo para que se espabilase. Y como no se espabilaba, se acojonaron y se fueron por patas, dejándole inconsciente en el agua. Billy Doll, que apenas tenía 22 años, se ahogó y se convirtió en el primero de una larga serie de punkis que palmaban por culpa de la droga. Para muchos, su nombre quedaría asociado eternamente a destrucción y muerte. Pero, oh, sorpresa, su nombre real no era Billy Doll. Era Billy Murcia.
10 marzo, 2011
Murcia da miedito (IV). New York Dolls.
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