La Ruta 66 era "la carretera de la playa" de América, la ruta de los domingueros. Igual que nosotros cogemos el coche y nos hacemos cuatrocientos kilómetros para meter la puntita del pie en el mar, los americanos se lo cogían para hacerse diez veces más. Cuatro mil kilómetros, desde Chicago hasta Los Ángeles. Por el camino paraban a comer hamburguesas, hacían noche en moteles y, sobre todo, escuchaban música por la radio. Quizás por eso, por lo de la música, la carretera no tiene el componente hortera que cabría imaginar, no huele a crema de playa ni a tortilla de patatas. La cultura popular del rock & roll la ha preservado del mal gusto y ha hecho de ella todo un monumento a lo cool. Hoy en día la Ruta 66 ya no existe como tal, es sólo un puñado de atajos entre autopistas, pero todavía puedes darte el gustazo de conducirla. Y en la carretera te encuentras con personajes como este camarero de Nuevo México, que parece sacado de una canción de Buddy Holly.
30 noviembre, 2008
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4 comentarios:
¿Es una jeringuilla lo que lleva en la mano izquierda?
No, por dios! son sólo sus anillos cool.
Lo mejor del personaje era su forma, anticuada y súper moderna a la vez, de decir a cada frase: "it's my pleasure, ma'am".
Debo muchos muchos comentarios a esa serie, que me encanta.
Me da la impresión de que se acabó la serie... No te puedes ni imaginar lo que la he disfrutado en la sombra Rfa., enormes pero enormes las fotos. Eso sí, sólo quería pedirte algo, un pequeño favor: no pares nunca de hacer fotos (y entiéndaseme, tomate tus descansos :P, y luego a seguir, que somos muchos los que las disfrutamos).
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