Una vez vi cómo una niña se acercaba a un Ranger y le preguntaba: "señor Ranger, ¿a qué se dedica usted?". El Ranger miró sorprendido hacia abajo, sonrió a la pequeña y le dijo: "la respuesta, querida, la tienes delante. Búscala tú misma". La niña le observó cautelosa y luego le dijo que su gran cinturón y la chapa sobre la camisa le recordaban a los policías de su barrio. "Muy bien, niña, has acertado: yo soy la Ley. Soy la Ley aquí, en los bosques y las montañas, donde viven los osos y donde se esconde el espíritu de los indios". A continuación, el Ranger saludó con un levísimo gesto, rozando apenas el ala de su sombrero, y se marchó dejando una estela de autoridad. La montaña entera se estremeció de respeto. Yo me arrodillé y me eché a llorar.
25 noviembre, 2008
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2 comentarios:
La figura del ranger es verdaderamente fascinante. No sólo llama la atención esa especie de comunión que hay entre ellos y naturaleza que salvaguardan, sino que en el imaginario americano se han convertido en un auténtico icono.
Me encantaron por ejemplo las historietas de un tal Phil Frank que descubrimos en el Museo del cómic de San Francisco, que giraban en torno a un parque nacional con osos amables, amas de casas-roulots armadas de insecticidas hasta los dientes, rangers todopoderosos.
Ja ja.. Me ha encantado la foto del Ranger. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi uno, en el parque natural de Yosemite en California. Tenía muchas ganas de hacerle una foto, para enseñarsela a todos mis amigos a mi vuelta, pero me dio vergüenza. Me alegro que tu la hicieras. Muy chulas tus fotos Rafa.
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