03 junio, 2011

On the air (XI). El glamour (perdido) de volar en avioneta a África.

Que Franco y el franquismo son la antítesis del glamour es algo que, a estas alturas, está fuera de toda duda. Nada menos sofisticado que un militar tripudo y ultracatólico, con voz aflautada y acento gallego. Sin embargo, en la génesis del golpe de estado del 18 de julio hay un episodio digno de una película del mejor Hollywood: el vuelo del Dragon Rapide. O, para que nos entendamos, el vuelo que llevó a Franco desde Gran Canaria hasta África para ponerse al mando de las tropas recién sublevadas. Atentos a los ingredientes de la historia, a ver quién da más glamour: un avión alquilado en Londres, dos voluptuosas rubias a bordo para distraer a los aduaneros, escalas en Casablanca y hasta un telegrafista espía que aprovechaba cualquier momento para emborracharse. Santo Dios, qué clase y qué poco les duró. Me pregunto si Annie Leibovitz conocía la historia cuando decidió retratar a Bono y a su mujer para una campaña de Louis Vuitton. La fotografía parece contarnos que estos dos se mueven en avioneta por el mundo. Como los pijazos de Vicky Cristina Barcelona, sólo que en vez de irse a Asturias se van a ver leones. "Todos los viajes empiezan en África", dice el eslogan. Lo dicho, igualito que Franco y su Dragon Rapide. Pero... ¿qué se supone que ha pasado con el glamour? Ay, entre los dedos morcillones de Bono, la cara que pone su mujer de "esto no es África, es Calasparra" y la artificiosidad de toda la puesta en escena, a mí me da más risa que ganas de vestir mejor. Si me lo dicen cuando tenía quince años no habría dado crédito: ¡Franco más glamouroso que la Leibovitz y Bono juntos! ¡Imposible!

1 comentario:

Angelica dijo...

Me gusta observar las imágenes de avionetas ya que soy amante de viajar a distintos lados. En este momento estaba averiguando para obtener Pasajes a Buenos Aires desde Tucuman ya que quería visitar a mi familia