La verdadera agonía del turista moderno tiene que ver con la imposibilidad de aprehender su viaje. El que viaja atesora lugares y sensaciones, se los quiere llevar todos en el equipaje. Antes era fácil porque los pasaportes se llenaban de sellos y las maletas se cubrían de pegatinas. Pero ahora... ay, ahora. Cuando yo viajo tengo dos o tres trucos para ir acumulando recuerdos. El primero y más importante es la fotografía. Gracias a mi cámara consigo llevarme a casa historias como la de estos surfistas locos a los que conocimos en una playa de California. Eran cuatro o cinco, todos barbudos y sucios, y se pasaron la tarde mirando a un chavalín de trece o catorce años que estaba aprendiendo a manejar su tabla. Además de hacerles una foto, también intenté dibujarles en un cuaderno que siempre llevamos con nosotros. Ése es el segundo truco para recordar: esbozar, escribir, pegar folletos, facturas, hojas de árbol, en un cuaderno de bitácora. Mi amigo n., por ejemplo, lo hace estupendamente. Él también conoció a estos surfistas. Pero en lugar de tirarles una foto como la mía, se los llevó a casa dentro de un dibujo fantástico que se curró en cinco minutos. Para verlo sólo hay que pinchar en "leer más". Me siento enormemente afortunado por poder colgarlo aquí, en esta serie sobre Estados Unidos.
27 noviembre, 2008
USA. Surfista. (27)
Publicado por Rfa. a las 8:00
Etiquetas: fotografía, USA
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3 comentarios:
No podéis imaginar lo que se sufre viendo estas fotos.
Chulísima, la conjunción de foto y dibujo! Enhorabuena a los dos!
Y no sufras más, querido Walter!
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