- Buenas tardes, señor. Me gustaría hacerle una foto. Y si es de perfil, mucho mejor, para que se vea su tupé.
- Ja, ja, ja. ¿Y eso? ¿Por qué quieres hacerme una foto a mí?
- Porque creo que tiene usted una imagen muy italiana. Estamos en Little Italy, ¿no? Si no fuese por gente como usted, esto sería un coñazo. Aquí sólo hay turistas y pizzerías, se han cargado el encanto del barrio.
- Ja, ja, ja. ¿Una foto, dices? Ja, ja, ja. Venga, hazla.
- (Click. Click. Click).
- ¿Ya? ¿He salido guapo? Ja, ja.
- Sí. Es estupenda. Pero ahora me gustaría que se pusiese usted de perfil.
- ¿De perfil? Ja, ja. ¿Por qué?
- Porque tiene usted un perfil muy interesante. Me gusta su tupé.
- Ja, ja, ja. ¿Qué le pasa a mi perfil? ¿Crees que tengo un perfil de gangster? Ja, ja. ¡Tengo un perfil de gangster!
- Je, je, je. Sí, de gangster. Y un tupé que me vuelve loco.
- ¿Cómo quieres que me ponga? ¿Así?
- Perfecto. (Click. Click). Me encanta cómo sujeta usted el vaso de whisky. Es todavía mejor que el tupé.
- Ja, ja.
- (Click. Click).
- ¿Ya?
- Ya está. Muchas gracias, ha sido un placer. Al final creo que me quedaré con la que sale usted de frente, que parece más espontánea
- ¡Ja, ja, ja! ¡Soy un gángster!
22 noviembre, 2008
USA. Little Italy. (2)
Publicado por Rfa. a las 8:00
Etiquetas: fotografía, USA
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3 comentarios:
No sé qué me gusta más, si la foto o el diálogo.
Y sobre Little Italy, en mi opinión te has dejado otro factor que se la está cargando: Chinatown.
¿En qué sentido, chicoutimi? A mí precisamente China Town, con todas esas tiendas con verduras imposibles y barreños llenos de ranas, me pareció mucho más auténtica que Little Italy, en la que parecía difícil encontrar a un sólo italiano -y diría más, a un solo neoyorquino-, de lo turistizado que está el barrio.
No tengo palabras, simplemente genial. ¡Qué gente tan auténtica!
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