Manolo Valdés es un escultor que gusta a todo el mundo. Sus cabezas monumentales dan vueltas por las ciudades más turísticas y complacen a públicos poco exigentes, propensos al paseo dominical y a la foto compulsiva. Por eso sorprende que la única escultura suya que hay en Murcia sea casi unánimemente despreciada. Si buscas "La Dama de Murcia" en Google sólo te salen cosas feas. Y, ciertamente, la pobre señora es poco agraciada. Para empezar tiene un nombre pretencioso, "La Dama de Murcia", porque fuerza el paralelismo con otra dama, la de Elche, mucho más tocada por el prestigio popular. La pieza original de Manolo Valdés se llama Lydia, pero alguien debió de pensar que era indigno para los murcianos que en pleno centro hubiese una escultura de nombre tan corriente; una pieza que, encima, tiene copias por ahí. Y le pusieron el rimbombante título de Dama de Murcia. Desde el punto de vista estético, la cabeza es también una de las menos llamativas que ha hecho Valdés, no tiene sombrero ni aparatosos remates. Hasta aquí, pasable. Pero lo más obsceno de esta escultura es que está situada sobre una placa que pone: "A la ciudad de Murcia. Regalo de Polaris World". Como idealista que soy, no me gusta que el arte sea moneda de cambio para comprar ciudades.
16 diciembre, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Además olvidas mencionar que, vista desde atrás, no se sabe muy bien qué es. De hecho, lo más cerca que está de parecerse a algo es a la máscara de Darth Vader.
Pues sí, de hecho, en Murcia, muchos la llamaban(-amos) así.
A mí me encanta, a pesar de la broma (y de Polaris). Quizá por esa simplicidad; es básica, pero muy expresiva, tiene fuerza.
Es la cabeza que emergía del centro de la ciudad y nos daba los buenos días a los que esperábamos el bus del campus, y la que desplazó al árbol de Navidad más grande y más famoso de Murcia!
A mí también me gusta, para mí nunca ha sido una obra de arte, sino simplemente un elemento decorativo sin más; en comparación con el resto de aparejos murcianos es un gran hallazgo: no estorba, llama lo justo la atención, y demuestra que los murcianos y sus críticas sólo se merecen parques-explanada, lo único que no hiere su delicado sentido estético ejem.
Los parques-explanada-cemento-sinbancos cada vez son más comunes también en Madrid.
Dos semanas atrás la Plaza Mayor de Salamanca se encontraba inundada de esculturas de MV para regocijo de turistas y vecinos. El sombrero de una de ellas nos sirvió de cobijo ante la tromba de agua que caía. Otra utilidad, además del servicio de contraprestación del arte.
Habrá que ver qué pasa cuando la misma exposición itinerante de Manolo Valdés que Walter Kung Fu vio en Salamanca llegue a Murcia. Creo que está programada para enero de 2009, dentro de un mes escaso. ¿Traerán a la Lidia viajera para que se encuentre con su hermana gemela, o la esconderán para que nadie se sienta estafado? ¿Descubrirán los murcianos que se han quedado con la sosa de la familia?
Publicar un comentario