En general soy un espectador bastante prosaico y poco dotado para la trascendencia. Las películas concebidas para hacer pensar me inspiran un rechazo casi inmediato, algunas por pretenciosas y otras por moralistas. Pero de vez en cuando me encuentro con cintas como La Zona, y entonces tengo que reconocer que no todo el monte es mala hierba. La primera película de Rodrigo Plá es la típica historia que parte de un planteamiento sencillo y, sin embargo, crece hasta convertirse en una fábula llena de posibles lecturas. La Zona vine a ser, para que nos entendamos, un felicísimo cruce entre Acorralado y El show de Truman donde el espectador no sabe si lo que está viendo es un thriller, una parábola social o una sátira sin gracia del totalitarismo. Y todo ello, encima, filmado con una elegancia invisible y un sentido natural de la intriga, nada forzado pero de una eficacia pasmosa. Sólo hay una cosa que no me gusta de esta película; para saber qué es, recomiendo leer Sindrogámico.
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1 comentario:
He leido el argumento y me parece interesante. Me gusta que tenga intriga porque eso te hace mantener la atención. Iré a verla. Eso sí, el cartel e feo y un poco cutre, no?
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